Después de unos cuantos meses me he dignado a publicar algo, muy probablemente este blog haya caído en el olvido o se haya refugiado en un lejano rincón de su memoria, pero hoy decidí desempolvar aquella parte mía que disfruta de escribir lo primero que se le viene a le mente buscando concretar una idea mas o menos coherente. Excusas solo una, falta de tiempo, la universidad me absorbe casi por completo ya que entre trabajos, exposiciones, prácticas, libros que leer, separatas, asistir a mis clases teóricas y a cada una de sus respectivas clases prácticas se me va todo el día y fuera de desear escapar a esta abrumadora rutina estoy tomando muy en cuenta retomar unas clases de ingles que he dejado bastante abandonadas no se si el tiempo me alcance pero las ganas de intentarlo están allí, como una espinita clavada en mi talón. En fin para no aburrirlos más con mi charla acerca de mis cursos y mi estrés he decidido hablar sobre el miedo que muchas personas presentan frente a los fantasmas o eventos paranormales.La semana pasada fui al cine a ver una “película de terror”, que terminó siendo mas otra esperanza frustrada ya que la mayoría de películas de terror que he ido a ver al cine terminan siendo una decepción, trataba de unos estudiantes de medicina que se veían perseguidos por el alma uno de los cadáveres a los que tenían que estudiar y de cómo todo esto se había desatado por que no trataron con respeto el cuerpo de esa persona, pero lo que quiero rescatar es que la película me llevó a pensar en como el cine se vale de la forma en la que nos asusta la muerte, aunque lo que yo personalmente creo es que en general nos asusta lo desconocido, pero para no salirme del tema como la muerte nos resulta especialmente terrorífica. Muertos vivientes, asesinos en serie que nunca mueren, psicópatas que vuelven de la muerte, fantasmas, todos traspasan la barrera de lo intangible y se vuelven materia otra vez para dedicar su tiempo a aterrorizar a los vivos es un recurso bastante usado en el cine, sobre todo en el norteamericano que inunda nuestras pantallas de cine con argumentos aburridos y bastante trillados, que es alimentado por nuestro miedo a la muerte. He escuchado las historias de amigos que aseguraban penaban en sus casas o en la casa de algún amigo suyo, o los cuentos de mi abuelita acerca de fantasmas. Lo importante es que quien no ha sentido miedo alguna vez en su vida por más escéptico que sea, quien no ha puesto en duda alguna vez ese escepticismo incólume del que se jactaba, todos en algún momento hemos sentido aquella pequeña descarga de electricidad que recorría nuestra espina, o nos hemos descubierto con los ojos bien abiertos y con la piel de gallina cuando después de ver una verdadera película de terror fuimos el salado al qué le tocó ir solo a ver quien tocaba la puerta en un momento tan inoportuno, o quien no ha sentido un miedo a “no se qué” cuando pasaba por un lugar completamente oscuro, y de lo único que estábamos seguros es que el miedo no era a ser asaltados. Yo personalmente me considero bastante escéptico, siempre intento darle una explicación racional a las ventanas o puertas que se cierran solas,”seguro es por el aire”, o a sonidos inexplicables, “seguro viene de la casa del vecino o de algún televisor con el volumen alto”, y siempre he dicho que prefiero creer que todo tiene una explicación simple y que solo creeré en fantasmas o duendes cuando me suceda a mi, pero debo confesar también que las sensaciones antes descritas han sido mías en algún momento.
Aquí les dejo esta historia...
VERÓNICA
Yo al igual que mis amigas no creíamos en esa leyenda, simplemente se nos hacia la tonta idea de que era mentira. una noche cuando contaba la leyenda a mi prima, medio en broma le dije que si lo intentabamos, riendo mi prima contestó que sí. fuimos al baño apagamos el foco y repetimos 9 veces seguidas verónica no paso nada. mi prima rápidamente se le ocurrió la idea de burlarse con cada tontera que se le ocurría; que no era verónica era nalgotas que si de la taza del baño salía un...... bueno el caso es que lo intentamos de nuevo y baya sorpresa, ella vio como me cambiaba el rostro, los ojos se me hacían mas grandes yo no pude verme, pero vi a un lado de mi prima algo extraño como un espíritu que brillaba y el espejo empezó a empañarse.
Cuando yo vi ese espíritu que se acercaba cada vez más a mi prima ésta se acercaba a mi sintiendo escalofríos. después no pudimos aguantar y prendimos el foco, mi prima asustada se fue a su casa. nada más llegar a su casa, su mamá le cuenta que acaba de fallecer su tío, pero lo extraño es que no padecía de ninguna enfermedad, mi prima, créanme que se sintió muy culpable.
Aquel rito lo hicimos un lunes, al día siguiente se lo contamos a unas amigas y como es natural dudaron de nosotras, aún así insistimos y las retamos a que ellas realizaran la invocación. por fin aceptaron, esa tarde al salir de las clases lo harían, podrían comprobar por ellas mismas si todo era verdad.
Al llegar empezaron a sentir escalofríos, empezaban a tener miedo pero a la vez nos pidieron ayuda con valentía. por fin la invocamos y verónica apareció de nuevo en mi cara, pero lo peor de todo es que mi propia prima empezó a gritar echándome la culpa:
- ya déjame, no me rasguñes. ahhhh!!. ella pensaba que era yo, pero yo no le hice nada. al salir del baño todas quedaron sorprendidas por lo que habían visto y por los rasguños.
No se si me creerán, pero esto es real y si no quieren creer, atrévanse a decir 9 veces verónica en el baño con la luz apagada a las 12:00 de la madrugada.
Bueno alli les dejo un videito a ver si les gusta...
